lunes, 16 de febrero de 2009

no puedo creerlo... después de tanto tiempo pensando en vos, sufriendo por tu recuerdo, me empiezo a sentir bien. Ahora pienso en vos y una sonrisa de satisfacción sale de mi cara. No es una sonrisa cualquiera; no es una sonrisa que se pueda encontrar tan fácil, no se puede fingir ni copiarla. Ni siquiera complaciéndome, como sólo vos sabés hacerlo, puedo aproximarme a una sonrisa similar. Es esa sonrisa de libertad, felicidad, seguridad. Una sonrisa digna de una mujer libre.
Siempre admiré y aspiré a ser una mujer libre, o saber cómo se siente. Todo el concepto de la "libertad", y el empeño que tienen los seres humanos por probarla, conseguirla, me fascinó. Y ahora lo se, y se siente muy bien. Se siente mejor que cualquier cosa en el mundo. Soy una mujer independiente y libre. Creo que encontré finalmente mi brillo propio.
Y lo voy a disfrutar.
Gracias.

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